No sabemos cuándo será, pero ganas no falta. Despuntamos la urgencia ocupándonos de ella para que cuando llegue el momento todo esté listo y la pelota vuelva a rodar.
Está vacía y hace rato que no rueda una pelota como era habitual cada tarde y cada fin de semana. Hoy, solo aves recorren su superficie.
La situación extraordinaria nos alejó de su terreno, de los torneos y de los encuentros. Pero mientras todo pasa tenemos la vista puesta en el día que la actividad futbolera vuelva a nuestra cancha.
Por eso, estuvimos realizando tareas de mantenimiento y nivelación del suelo que pudimos concretar gracias al trabajo de Marcos Pereyra y de la inestimable colaboración de la División Pavimento de la Municipalidad de Resistencia a cargo de Andrés Ferreira.
Por ahora, solo aves la recorren pero la mística de los partidos en el lugar está intacta.